Los perros callejeros tienen una vida dura. Sin hogares ni familias que los cuiden, se ven obligados a valerse por sí mismos en entornos hostiles y fríos. Al igual que este golden retriever encontrado vagando por las calles de la región de Anatolia Central en Turquía. Ayberk Ayar, amante de los perros, vio a esta golden retriever caminando con un pequeño trozo de pan en la boca y le tomó una foto. Ayberk quería saber más sobre el pobre perro, así que preguntó a los lugareños de la zona. Los lugareños dijeron que llevaba más de dos semanas deambulando por las calles.
Angustiado por la condición del perro perdiguero, Ayberk publicó la foto que le tomó en su Instagram. Después de ver la foto, Tracy Behnke de Rescatadores Sin Fronteras supo que si no intervenían, el perro perdiguero moriría de hambre o, peor aún, resultaría herido. Entonces Tracy y su equipo de Rescatistas Sin Fronteras pidieron voluntarios para localizar al golden retriever.
Después de incansables esfuerzos de búsqueda, el equipo finalmente localizó el último lugar donde supuestamente había estado, pero lamentablemente el perro ya no estaba allí. Pero los voluntarios nunca perdieron la esperanza, incluso buscaron más intensamente por temor a que otro humano malvado pudiera tomarla y abusar de ella.
Con arduo trabajo, dedicación y ayuda de los aldeanos de la zona, finalmente localizaron al perro perdiguero. Estaba dentro de un cobertizo oscuro y deteriorado, sin comida ni agua.
Cuando los voluntarios finalmente rescataron a la perdiguero de su deplorable condición, le dieron un nuevo nombre para la nueva vida que le esperaba: Harper. Sabiendo que estaba en buenas manos, Harper no dudó en descansar y relajarse en el auto de los voluntarios.
Después de pasar un tiempo en un hogar de acogida turco, Harper, junto con el equipo de Rescatadores Sin Fronteras, se subió a un avión a San Francisco.
Aunque Harper ahora está en un lugar mejor, Tracy espera que Harper ilumine las vidas de una nueva familia que la acoja.